Todas las personas que desean tener la libertad de elegir sus condiciones de trabajo deben recorrer un camino cuesta arriba. Si buscas ser tu propio jefe, necesitas saber muy bien como emprender un negocio y cómo mantenerlo a flote.
Hay varios factores que necesitas tener en cuenta para emprender, los siguientes pasos no sólo te enseñarán a impulsar tu negocio en un espacio público sino también en casa, en caso de que las circunstancias te limiten o tu presupuesto sea reducido.
15 pasos para emprender un negocio exitoso
El verdadero comienzo está en romper la inercia de la costumbre y superar el miedo. Probablemente hayas trabajado durante años en distintos lugares y comenzar un negocio propio sea un mundo nuevo para ti, así que tener algo de inseguridad es muy natural.
La única forma de despegar es emprender sin dejarte abrumar por las dudas o la gran cantidad de trabajo que aguarda. A continuación te presentamos una serie de pasos con los cuales guiarte para aligerar el camino al momento de empezar un negocio propio:
1. Define un objetivo de emprendimiento
En primer lugar debes definir claramente tu idea de negocio antes de dar el siguiente paso. Pregúntate a ti mismo: ¿sobre qué deseas emprender?, ¿qué opciones de negocio son más accesibles para ti?, ¿en qué te gustaría trabajar?.
Luego de puntualizar tu objetivo debes investigar al respecto tanto como sea posible para poder desarrollar tu idea. No sólo se trata de saber vender, sino de conocer a fondo tu producto o servicio para poder ofrecer al público la mejor calidad posible.
Por ejemplo: si deseas vender perfumes al detalle o al mayoreo, documéntate acerca de los tipos de fragancias, cómo funcionan, cómo se utilizan de acuerdo a cada tipo de piel, compañías proveedoras de perfumes, medios de envío y todo lo necesario al respecto.
Muchas veces los emprendimientos comienzan por transformar un pasatiempo en una idea rentable de negocios, ya que se trata de algo que entiendes y disfrutas. Centrar el proyecto y conocer tu área en profundidad es el primer paso para emprender un negocio.
2. Estudia el mercado
Luego de que definas tu idea de negocio, necesitas realizar un estudio de mercado que te ayude a determinar algunos aspectos fundamentales como:
• Tus buyer personas: conocer las características que definen a tus clientes ideales te permite conocer sus necesidades y comportamiento de compra para adaptar tu oferta a ellas.
• La viabilidad de tu proyecto: de acuerdo a la información recaudada del mercado podrás realizar estimaciones acerca del tamaño de tu inversión y el tiempo en el que podrás percibir retorno de inversión y ganancias.
• Las actividades de tu competencia: te conviene conocer su oferta, la manera en que se relacionan con el público y el tipo de producto o servicio que manejan para ayudarte a planificar el modo en que vas a ofrecer el tuyo.
Si bien la dinámica de empezar un negocio en casa no es como la de montar un local comercial exterior, en ambos casos necesitas conocer bien el mercado antes de seguir adelante.
Puedes recolectar información por medio de entrevistas, encuestas, redes sociales, website, etc. Los grupos de enfoque son una buena fuente de información, puedes reunir personas de manera virtual si las circunstancias impiden que pueda ser de modo presencial.
3. Evalúa tus fortalezas y debilidades
¿Sabes qué es un análisis FODA? Es un acrónimo hecho con las iniciales de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas:
• Entender tus Fortalezas implica todos los aspectos positivos que te permitan conseguir una ventaja competitiva.
• Las Oportunidades refieren a los medios externos de los que podrás valerte para alcanzar tus objetivos.
• Tus Debilidades son todos aquellos aspectos internos en los que debes trabajar para mejorar y convertir en fortalezas que sirvan a tus propósitos.
• Las Amenazas en este contexto, se refieren a todos esos elementos externos que pueden influir de manera negativa o impedir tu progreso.
El análisis FODA es una herramienta vital cuando se trata de la planificación estratégica para un emprendimiento. Te ayudará a evaluar tu situación actual en cuanto a recursos, capacidades, amenazas y todos aquellos factores relevantes para tu proyecto.
4. Elabora tus estrategias de negocio
Este es uno de los puntos más importantes cuando consideres emprender tu propio negocio, bien sea en casa o en un establecimiento. Se trata de puntualizar tus metas y planificar el modo en que vas a alcanzarlas.
Al igual que en la mayoría de los pasos anteriores, debes responder a una serie de preguntas: ¿cuáles son tus objetivos en el corto, mediano y largo plazo?, ¿de qué manera vas a administrar tus recursos?, ¿de qué manera vas a cumplir dichos objetivos?
Tu planificación debe contemplar acciones prácticas para posicionar tu negocio en el mercado como por ejemplo: aumentar las ganancias dando valor a tu producto o servicio, buscar relevancia a fin de aventajar a la competencia y estrategias de costos.
Un negocio, tanto externo como en casa tendrán particularidades que debes considerar, pero ambos necesitarán una estrategia de trabajo que resulte viable. No solo te ayudará a definir lineamientos de acción, sino también para atraer potenciales inversionistas, socios y todas personas que puedan sumar algo a tu proyecto.
5. Ocúpate del financiamiento
Necesitarás una cantidad suficiente de dinero para poder emprender. El monto puede ser mayor o menor dependiendo del tipo de negocio que tengas planificado.
Conseguir el dinero para invertir es fundamental, si tienes una idea rentable y un plan de trabajo sólido que genere confianza, puede ayudarte a conseguir financiamiento.
También te conviene evaluar las opciones de préstamos que ofrecen los bancos y la manera en que funcionan los distintos crowdfunding.
Un negocio en casa ciertamente implica una menor inversión para comenzar, sin embargo, si planeas abrir un establecimiento comercial tu financiamiento podría contemplar: la compra de materias primas, alquiler, impuestos, publicidad y el salario de tus empleados.
Por otro lado, hay negocios que puedes comenzar desde tu casa sin precisar financiamiento, por ejemplo postres o muebles sobre pedido, con materiales de bajo presupuesto o insumos con los que ya cuentas.
6. Define tu lugar de trabajo
Depende del tipo de negocio en el cual decidas emprender, necesitas definir cuál será tu lugar de operaciones:
• Si es un negocio externo debes conseguir un establecimiento que sea adecuado para trabajar de acuerdo a tu área y verificar que la ubicación sea favorable. Debes considerar algunos factores como:
• Espacio físico del local: área de almacenamiento, producción y de atención.
• Accesibilidad
• Flujo de personas
• Los negocios que estén a tu alrededor
• Si se trata de un negocio en casa este punto se simplifica bastante ya que quizás solo te haga falta una mesa y tu computadora, sin embargo debes considerar:
• Cuál será tu lugar de trabajo dentro de la casa
• Si necesitas espacio para almacenar productos
• Si cuentas con los servicios e insumos suficientes para trabajar: luz estable, internet, computadora, mobiliario y cualquier cosa que puedas necesitar.
7. Determina la estructura legal de tu negocio
Luego de que has considerado todos los factores descritos anteriormente, es importante determinar su estructura a nivel legal. Esto te llevará necesariamente a responder una serie de preguntas:
• ¿Serás el único dueño de tu negocio?
• ¿Tendrá una estructura de sociedad comercial?
• ¿Será una corporación?
La estructura empresarial que elijas determinará muchos factores: el manejo de los bienes y responsabilidades del negocio, la distribución de las ganancias, incluso influye en el pago de los impuestos.
Debes investigar tanto como puedas al respecto y conseguir un abogado. Este no sólo te asesorará en lo que necesites, sino que también se encargará de redactar el acta constitutiva de tu negocio.
En muchos casos, pequeños emprendedores omiten este paso hasta que obtienen ganancias suficientes para poder invertir en la parte legal (y fiscal).
8. Elige un buen nombre
El nombre de tu negocio es un requisito primordial para registrar legalmente tu negocio, pero también es el primer paso para definir la identidad de tu marca comercial. Hay varios aspectos que debes considerar en este punto:
• Debe ser único. Tu empresa no puede llamarse igual o parecida a otra. Al momento de crearla y cuando se redacte el acta constitutiva (o registro de marca) debes revisar si el nombre que deseas elegir ya se encuentra registrado para que evites perder tiempo, dinero y hasta tengas que cambiar de nombre cuando ya tu empresa sea conocida.
• Debe ser útil a tu marca. Ser original no se trata de utilizar cualquier palabra de manera aleatoria. Te conviene elegir un nombre relevante y representativo que se relacione fácilmente con tu área de acción.
• Debe tener atractivo comercial. Trata de elegir un nombre que sea fácil de recordar con el que las personas puedan identificarse y los conecte rápidamente con tu marca.
Elegir un nombre adecuado puede hacer que una empresa gane empatía con el público y por lo tanto que empiece a percibir ganancias rápidamente. Por el contrario, un nombre sin atractivo puede incluso condenar a la empresa al fracaso.
9. Registra tu negocio
Dependiendo del lugar en el que decidas operar, cada localidad puede tener recaudos propios para el registro de una empresa. Lo mismo sucede si decides operar desde casa o en un establecimiento, sin embargo, en la mayoría de los casos necesitarás:
• Un acta constitutiva sin errores
• Dirección de la empresa
• Un nombre único
• Licencias y permisos, dependiendo del tipo de negocio que desees registrar
• Comprobante de pago de impuestos
• Dinero para pagar los impuestos de registro
Asegúrate de tener todos los recaudos en orden al momento de registrar tu negocio para evitar retrasos. Tanto para negocios en establecimientos externos como para negocios en casa debe existir un registro legal y un pago de impuestos correspondiente.
Si bien no es necesario que realices este paso, sí es muy recomendable para evitar contratiempos posteriores en los que ya tu empresa esté bien posicionada pero exista ora persona con los derechos sobre tu marca.
10. Elige a tu equipo de trabajo
Emprender un negocio también implica rodearse de personas confiables como empleados, vendedores, asesores, asistentes y todas aquellas personas que habrán de ayudarte a impulsar tu negocio.
Si vas a trabajar desde casa, es probable que al principio empieces a llevar el negocio por ti mismo, pero a medida que vayas creciendo tendrás que apoyarte en otras personas a fin de poder crecer como empresa dentro de tu ramo.
Las entrevistas, recomendaciones y los períodos de prueba te darán una idea clara de las personas que vayas a incluir en tu negocio. Necesitas realizar una investigación exhaustiva para evitar inconvenientes en la medida de lo posible.
11. Trabaja en tu presencia virtual
No importa si se trata de un comercio o de un negocio en casa, si deseas aumentar tus ventas necesitas invertir en publicidad. Una buena campaña de marketing puede marcar la diferencia entre un negocio exitoso y un rotundo fracaso.
Trabaja en la identidad de tu marca y su presencia en la web. Necesitas crear una página que ofrezca a tus clientes la oportunidad de conocer tu marca, ponerse en contacto contigo y la opción de realizar sus compras en línea.
Investiga las tendencias más relevantes de marketing digital e inbound marketing para aplicar la que mejor se ajuste a tus necesidades.
La presencia de tu marca en redes sociales es fundamental para conseguir prospectos. Actualmente son los medios más directos para mantenerte en contacto con tus clientes.
12. Trabaja cuidadosamente en tu imagen
Hoy en día no se trata sólo de cómo empezar un negocio, sino también de cómo lo va a percibir el público que te visita presencialmente y de manera online.
En el caso de un establecimiento comercial, debes cuidar mucho la estética, orden y la limpieza del local. Dependiendo del tipo de negocio necesitarás planificar bien cada detalle, desde el color de las paredes hasta la vestimenta de tus empleados.
Si se trata de un negocio en casa, tu presencia online debe ser muy limpia: un logotipo llamativo, fotos bien cuidadas, una página web amigable al usuario y que le ofrezca catálogos, métodos de pago y todo lo necesario para poder conseguir ventas.
13. Se cuidadoso con la contabilidad
Luego de que comiences a producir necesitas vigilar minuciosamente el flujo de dinero en tu negocio. Te conviene contratar a un contador de confianza que te ayude a llevar la contabilidad de manera ordenada.
Si se trata de un negocio en casa, quizás al principio puedas utilizar algún software online que te ayude a llevar la contabilidad, pero a medida que tu negocio progrese es recomendable que consigas asistencia especializada.
Este aspecto no lo puedes tomar a la ligera, ya que no solo contempla tus ingresos y egresos, sino también el pago de impuestos. Debes estar al día con el pago para evitar cualquier problema de tipo fiscal.
14. Abre una cuenta bancaria comercial
Tener una cuenta bancaria separada de tus cuentas personales es un paso muy importante para todo el que desee emprender en un negocio, tanto para diferenciar tus finanzas personales de las empresariales, como para obtener algunas ventajas bancarias.
Por ejemplo, una cuenta bancaria comercial ofrece líneas de crédito más altas que las cuentas personales, lo que te da mayor libertad para invertir en equipos, materiales y cualquier otro gasto relacionado a tu negocio.
Además, si se trata de una sociedad comercial, el hecho de que haya una cuenta bancaria comercial implica una mayor equidad y transparencia en el manejo de las finanzas, ya que solo tendrán acceso a ellas las personas autorizadas.
15. Enfoca tus esfuerzos en la fidelización
¿Quieres que tus clientes sean leales a tu marca? La fidelización es un proceso que tiene como objetivo hacer que tus clientes regresen a comprar con regularidad y te prefieran por encima de la competencia.
La buena atención al cliente es fundamental para que las personas quieran volver a negociar contigo o comprar en tu establecimiento. Un buen trato no solo hará que los clientes regresen, sino que te recomienden y te ayuden a atraer más personas.
También puedes ofrecer descuentos por compras frecuentes o incentivos de regalos para premiar a los clientes más antiguos.
Sin embargo, la mejor estrategia de fidelización es mantener una retroalimentación constante que te mantenga presente y te permita formar comunidad con ellos. Puedes lograrlo a través de una buena comunicación a través de las redes sociales y medios digitales.
Comienza de una vez
No esperes las condiciones ideales porque es posible que nunca lleguen del modo en que las imaginas. Se pierden más oportunidades por falta de acción que por tomar malas decisiones al momento de emprender.
Ahora que ya sabes cómo emprender un negocio sin morir en el intento, si consideras que tienes las condiciones suficientes entonces no lo dudes. Dar ese primer paso, por más sencillo que parezca, puede cambiar tu vida por completo.